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Última modificación el 23/12/2004 a las 22h48

El amor, las penas y las sombras:
Música y poesía en la América barroca

Códice Zuola (Perú)

Uno de los primeros documentos —de los que la musicología tomara conocimiento— sobre la música americana del período colonial, es el llamado "Códice de Fray Gregorio de Zuola", libro de origen peruano (Cuzco) que llegó a Buenos Aires como una donación al notable pionero en la investigación de las letras y las artes americanas de los siglos XVII y XVIII, que fue Ricardo Rojas.

No obstante su temprano "descubrimiento" —la década de 1930— por la musicología, éste documento siempre encerró enigmas que normalmente desalientan a los los intérpretes. A pesar de lo oscuro de sus interrogantes, las canciones de éste códice contienen una enorme luz, no solo por su indudable valor artístico, sino también por que nos permiten abrir una ventana a una práctica musical que no abunda en referencias. Este códice posee en sí un gran interés, por cumplir el papel de mediador entre la tradición hispánica —de transmisión principalmente escrita— de tonos humanos y la música tradicional monódica —de transmisión principalmente oral— del sur de los Andes peruanos.

El códice contiene 18 canciones, que reclaman una procedencia presuntamente común: se originaron como voces de composiciones polifónicas en España; circularon por la península y los dominios americanos; durante esa circulación cambiaron, posiblemente como resultado de su adopción por grupos sociales distintos; y tras esta etapa de transmisión oral, fueron vueltas a anotar por Zuola —lo cual no implica que el proceso se haya detenido: puede haber continuado con independencia del texto escrito. Hoy pueden verse como parte de una tradición definida, la de los tonos humanos o canciones polifónicas seculares del Barroco, que circuló a lo largo de todo el imperio español. De las 16 canciones de temática secular preservadas en Zuola, una se presenta en dos versiones concordantes en texto y música. Otras nueve tienen concordancias fuera del manuscrito, cuatro de letra solamente, cinco de letra y música. Las concordancias atestiguan la dinámica peculiar de los tonos humanos, que circulaban en variadas guisas a través de múltiples ámbitos, como canciones seculares, música teatral de comedias y dramas, villancicos religiosos, y danzas o diferencias (variaciones) para arpa o guitarra.

La mayoría de las melodías fueron anotadas como monodias sin bajo —a modo de canción popular—, lo cual contrasta agudamente con la costumbre generalizada de escribir los tonos como canciones corales a tres o cuatro voces, o, más adelante en la historia, solos o dúos con continuo.

En el programa que presentamos, intentamos reconstruir, lo que podrían haber sido las formas de interpretación de éstas canciones, o sea, la manera en que estas piezas sonaron en su época.

Toda la belleza y finura de los textos de Lope de Vega, Calderón de la Barca y sus contemporáneos, puestos en música a través de un lenguaje sutil, sencillo y encantador aunque no exento de misterios para nuestra concepción actual y nuestra tradición letrada, refulge y cobra vida a través de una mirada que intenta integrar el conocimiento de la música antigua "erudita" y la experiencia en la música de tradición oral como es el folklore.

Manuscritos de Guitarra de Santiago de Murcia (México)

Numerosas referencias a la presencia de guitarras, guitarrillas, y vihuelas pueden encontrarse en crónicas de la vida secular sudamericana de los siglos que preceden al proceso de independencia nacional iniciado en las primeras décadas del siglo XIX. La guitarra, en este contexto aparece relacionada invariablemente con la danza, la poesía y el romance, la actividad social nocturna de los criollos, mestizos y negros, y ocasionalmente con la actividad musical profesional ligada a las representaciones de ópera. Con el correr de los años, las distintas formas de instrumentos de cuerda pulsada ingresados por los conquistadores, desarrollaron nuevas características derivadas de su aplicación a la música folklórica, en la que la rica tradición de la música española del siglo XVII se funde con los aportes de los nativos y los negros. De esa fusión son hijos el charango, el cuatro, la bandola llanera de Venezuela, y las jaranas mexicanas entre otros. De los manuscritos que conservan el acervo colonial, hemos seleccionado material de dos provenientes de México.

Códice Saldívar 4

Hallado en la década de 1940, casi por casualidad en un anticuario por el musicólogo Gabriel Saldívar, es un prolijo códice atribuido al guitarrista español Santiago de Murcia (1685 -1732), que viviera los años finales de su vida en México. Es un valiosísimo retrato de las piezas características de guitarra del contexto español (Marizápalos, Jácaras, Canarios, Marionas, Minuetes entre otras) escrito con gran finura y conocimiento del instrumento. Combina el estilo rasgueado, propio de la guitarra de 5 órdenes, con el estilo punteado. De este manuscrito hemos seleccionado las siguientes obras: "Las penas", pieza de un gran lirismo y nostalgia; "Canarios", danza muy alegre y muy difundida; "Las sombras" -incluida sobre todo por su concordancia con una pieza del códice Zuola ("No sé a que sombras funestas", que no hemos grabado por encontrarse en una condición muy fragmentaria que hace muy improbable una reconstrucción acertada), y también con un aria de la ópera "La púrpura de la rosa" de Tomás de Torrejón y Velasco, estrenada en Lima en 1701; "El amor", que concuerda con la tonada del Amor de la "Púrpura de la rosa". La versión está precedida de un fragmento de un preludio tomado de otra fuente del mismo autor ("Resumen de acompañar la parte con la guitarra" Madrid, 1714), que gozó de buena difusión en México; "Marionas", danza muy difundida, muy similar a la ciaccona italiana. Al texto original que ejecuta la guitarra grave, le hemos agregado una segunda guitarra pero afinada en la, de nuestra autoría.

"Manuscrito 1560" (Biblioteca Nacional de México) (M.S.1560)

Podría ser de algún alumno de Murcia, o de algún guitarrista mexicano desconocido para nosotros. Presenta gran cantidad de piezas del tipo liviano o de danza, minuetes, y algunas transcripciones de sonatas de Corelli para Violín. Su calidad es muy dispar, pero en general no se puede comparar con los anteriores (Códice Saldívar y Resumen de acompañar la parte), salvo por las piezas que concuerdan con las incluidas en ellos, y algunas otras pocas, como las que hemos grabado en este trabajo. De este manuscrito hemos seleccionado dos minuetes que interpretamos en forma seguida, junto a un minuete que pertenece al "Resumen de acompañar la parte " y que es casi concordante con uno del MS 1560; y las deliciosas "Guastala" y una pieza sin nombre que hemos denominado provisoriamente "Rondó". A las dos últimas, las presentamos primero en su versión original de guitarra sola, y a continuación, en versión de dúo de guitarras iguales (de 5 órdenes en mi) cuya segunda guitarra es también de nuestra autoría. Nota sobre la interpretación Las piezas del Códice Zuola (a excepción de "Dime Pedro" y "Porq' tan firme os adoro", han sido objeto de una reconstrucción que ha tenido diversos aspectos: por un lado la adecuación de los valores rítmicos que no se ajustaban a la acentuación del texto -cuyo caso más complejo fue "Qué importa que yo lo calle"-; por otro lado la constitución de estructuras métricas regulares, que estaban oscurecidas por las ambigüedades en la notación, y por último, la elaboración de un acompañamiento instrumental adecuado al carácter de cada pieza ya que, salvo las canciones polifónicas, las melodías no poseen un bajo ni un indicio para el acompañamiento. Este último proceso se desarrolló tomando como premisas principales, el estilo que dominaba la escena criollo-hispánica de las grandes ciudades americanas del siglo XVII expresado en los "Tonos humanos" o en las "tonadas" de las óperas españolas de la época , y los romances de los vihuelistas españoles del siglo XVI (Alonso Mudarra y Luys Milán sobre todo). De este modo llegamos a elaborar acompañamientos para guitarra de 5 órdenes (y vihuela que se expresan en algunos casos como "bajo continuo", otros como "alfabeto para la guitarra" (un sistema del siglo XVII que asemeja el acompañamiento por tonos o por cifrado americano de la música popular y folklórica americana) y en tablatura para vihuela, en un estilo más ligado a la tradición renacentista española ("Entre dos álamos" y "Paxarillo fugitivo").

Instrumentos utilizados

  • Guitarra de 5 órdenes en mi, de Juan Oscar Muzio (Buenos Aires, Argentina, 2000) según un modelo Stradivarius (Cremona, 1680, Hill Museum, Oxford).
  • Vihuela en sol, de Juan Oscar Muzio (Buenos Aires, 2000) según diseño propio basado en el aguafuerte de "El maestro" de "Luys Milán".
  • Guitarra de 5 órdenes en la, de Juan Oscar Muzio (Buenos Aires, 2001) según modelo de Belchior Dias (Lisboa, 1581).
  • Guitarra de 5 órdenes en mi, de Cezar Mateus (Iowa, EEUU, 1999) inspirada en R.Voboam (París 1680).

Agradecimientos

Queremos agradecer a Silvio Killian (Biblioteca del Centro Cultural Ciudad de Buenos Aires), Clara Cortázar (Biblioteca de la Facultad de Música de la UCA), Bernardo Illari (musicólogo), Juan Oscar Muzio (luthier), Eloy Cruz y Stephen Barber quienes, cada uno según su especialidad, aportaron su valiosa colaboración para la realización de este proyecto.


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©1997-2005 Alberto Paulin
Traducción francesa: ©1997-2005 Manuel Paulin, Alberto Paulin
Traducción portuguesa ©2000-2005 Paulo Castagna - Lucia Maria Silva
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